El Señor te bendiga, y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz
Números 6:24-26
Hace algún tiempo leí unas palabras de ánimo sobre el cuidado y la protección del Señor sobre una persona. Y como fueron de mucha bendición a mi vida, hoy quiero compartirlo contigo, y espero también que sea de bendición a tu vida. Dice lo siguiente:
«Que Dios te cuide con cariño, que te indique el mejor camino, que te enseñe sobre el verdadero amor, que te perdone cuando fuere preciso. Que Dios te dé alas para volar, en los sueños te ayude a descansar, también, te muestre la realidad que tendrás que enfrentar sin nunca, por nada, renunciar. Que Dios te dé fuerzas para encarar todo aquello que no tienes como cambiar ni siquiera falsificar. Que Dios te dé salud, que tu cuerpo, por dentro, nunca cambie y que al envejecer tú puedas decir que tu mayor felicidad fue vivir. Que Dios te muestre con claridad la gran y real belleza, de un jardín florido, de un buen libro, de una poesía que hable de salud, de un paisaje tranquilo. Que Dios te haga comprender por qué amanece antes de anochecer, por qué el sol se esconde cuando la luna quiere brillar, y por qué el sol brilla cuando ella va a descansar. Que Dios te haga ver que en la sonrisa de una criatura está toda la esperanza que tanto precisas para vivir. Que Dios haga de ti un ser sensible, que sea capaz de llorar sin jamás avergonzarse. Que Dios te pueda mostrar que cada onda del mar devuelve lo que puede llevar, al final no tiene intención de robar lo que en la tierra debe quedar. Que Dios te enseñe sobre la dignidad, sobre la fuerza y fragilidad, sobre el coraje y la honestidad. Que Dios te ofrezca amigos verdaderos, y que tú sepas cultivar cada amistad que en tu vida él coloque. Que Dios te enseñe la fe, que te haga crecer en Jesús, y que te permita aceptar que por pesada que sea la cruz que tengas que llevar, su peso no será la que tuvo Él. ¡Amén!».
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.