Crítico o visionario

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche… Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea

Nehemías 4:9 y 15

Alguien dijo en una ocasión: «La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable».

Críticas, críticas y más críticas… Seguramente habrás sufrido muchas de ellas. Y si encima eres una persona visionaria habrás y seguirás recibiendo muchas más…

Alguien hablando sobre la crítica comentó lo siguiente: «El crítico no es el que importa, tampoco el hombre que señala el tropiezo del hombre fuerte, o dice cómo otro podría haber hecho mejor las cosas. El reconocimiento es para el hombre que está en medio del conflicto; con el rostro desfigurado por el polvo, el sudor y la sangre; el que lucha con valor, comete errores y fracasa una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y fracaso; el que no se conforma con una idea, sino que intenta llevarla a cabo; el que conoce la devoción y el entusiasmo profundos y se entrega a una causa noble; el que, en el peor de los casos, fracasa luego de haberse arriesgado. Es mucho mejor arriesgarse a algo formidable y obtener triunfos gloriosos, aunque matizados de fracaso, que ser como los espíritus pobres que ni disfrutan ni sufren demasiado, porque viven en el gris ocaso que no conoce la victoria ni la derrota».

¿Alguna vez viste un monumento a un crítico? Cuando el crítico arroja piedras, el visionario debería tomarlas y construir una pared. Y luego, si el crítico quiere ver lo que edificaste, cóbrale entrada para pasar por la puerta.

Por favor, querido amigo lector, no caigas en la crítica ni te desanimes por ella. ¡Nunca dejes que un perdedor te diga cómo ganar!


Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.