Morando al abrigo del Altísimo

El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío, mi Dios, en quien confiaré

Salmo 91:1-2

Dijo en una ocasión el gran predicador Charles H. Spurgeon: «Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo las sombras de sus alas».

No digo nada nuevo cuando afirmo que vivimos en un mundo cada vez más inestable. Solo necesitamos levantar nuestros ojos y echar un vistazo al mundo donde vivimos para darnos cuenta de que «todo está en el aire», «las economías mundiales tiemblan», «terremotos», «inundaciones», «asesinatos», «pandemias»… ¡Qué panorama!

Créeme si te dijera que no me gusta nada de esto que te estoy escribiendo. Créeme si te dijera que me gustaría decir que todo va bien, y que nuestro mundo cada vez va a mejor… Pero si lo hiciera, estaría faltando a la verdad, y te estaría dando una falsa esperanza. ¡Dios me libre de ello!

La pregunta entonces que me hago y también te hago a ti es: ¿Qué podemos hacer en medio de todo este panorama devastador que tenemos ante nosotros? ¿Qué hacer cuando nuestras deudas suben y nuestro dinero baja? ¿Qué hacer cuando las dudas, enfermedades, temores, etc. invaden nuestro corazón? Sabes que no tengo una varita mágica, pero sí me gustaría que ahora mismo tomaras unos segundos y volvieras a leer los versículos del encabezamiento y que luego meditaras un poco en ellos antes de continuar… Por favor, hazlo.

Si ya lo hiciste, como yo lo acabo de hacer, simplemente te digo que levantes tus ojos al Cielo y le pidas a Dios que te ayude a habitar bajo su sombra y esperanza. Simplemente confíale todo a Él.

Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.