Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido
Salmo 16:8
Alguien dijo en una ocasión:
Es necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos
Imagínate que pudieras ir a un buen restaurante y tuvieras la posibilidad de elegir cualquier cosa que hay en la carta que te presenta el camarero. Y allí, si eres como yo, lo primero que miras es el precio… Pero imagínate que el precio no fuera un obstáculo para ti y te pudieras permitir el lujo de pedir cualquier cosa. Me imagino que pedirías lo mejor, lo que a ti más te gusta, «te darías un auténtico homenaje». (Espero que no te entre apetito en este momento).
A nivel espiritual parece que esto no es igual. Como cristianos hijos del Rey de reyes y Señor de señores tenemos el privilegio de disfrutar de lo mejor. Podemos disfrutar de una comunión íntima con el Señor y del estudio de su Palabra. Podemos disfrutar de iglesias que realmente predican la Palabra del Señor. En definitiva, podemos disfrutar de ser Hijos de Dios con todo lo que eso conlleva. Sin embargo, nunca antes ha habido una desnutrición, y usando el ejemplo del restaurante, una elección de «comida basura» tan grande como en este tiempo.
Es por eso que nuestra fe se tambalea de una manera increíble. Nunca antes hemos tenido tanto analfabetismo espiritual como en nuestro tiempo. ¿Qué está pasando? Podríamos culpar a la sociedad, a los trabajos, a los pastores, a las iglesias o a cualquier cosa que se te ocurriera. Pero te digo que si no hay una comunión profunda tuya con el Señor no es por culpa de nada ni de nadie que no seas tú. Tú decides si quieres poner siempre al Señor delante de ti o prefieres dejarlo a un lado y usarlo solo en caso de emergencias. «Es necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos».
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.