Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro
Romanos 6:23
Alguien dijo en una ocasión:
El regalo de la felicidad pertenece a quien lo desenvuelve
A lo largo de los años he tenido la oportunidad de quedarme en casa de amigos que han sido una tremenda bendición tanto para mí como para mi familia. Y cuando hemos estado ahí, estos amigos nos han dicho: ¡Sírvete tú mismo! ¡Como si estuvieras en tu casa! Pues bien, así lo hemos hecho. Cuando estos amigos tenían en su jardín cualquier árbol frutal, yo no tenía que ponerme delante del naranjo a orar para que las naranjas cayeran directamente en el suelo o en mi boca. Yo simplemente extendía mi mano y tomaba la naranja. Ya que mi amigo me había dicho: ¡Sírvete tú mismo! Y así lo hacía.
Hay mucha gente que cree que la salvación es algo muy complicado. Pero no lo es. Y no lo es porque todo el trabajo ya lo ha hecho el Señor. Él fue el que murió por nosotros en la cruz, Él fue el que resucitó al tercer día y nos da la oportunidad de disfrutar del regalo de la Salvación. Lo único que usted y yo tenemos que hacer es extender la mano y tomarla.
Si hoy estás leyendo esta meditación y aún no has recibido el regalo que Dios quiere darte, aprovecha el momento y dile al Señor que quieres recibir ese regalo. Reconoce que eres un pecador y que, como dice el versículo del encabezamiento, tus pecados te llevarán directamente a la muerte eterna, alejado de Dios por toda la eternidad. Pero si recibes ese regalo disfrutarás de las dádivas que la vida eterna tiene para ti. Hoy puede ser un día de bendición, si tú decides abrir y desenvolver el regalo de Dios para ti (la vida eterna). Querido amigo lector, aprovecha el momento para arreglar tus asuntos con Dios, hay mucho en juego. Toma decisiones correctas.
Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.