Crisis

Yo me acosté y dormí, y desperté, porque el Señor me sustentaba

Salmo 3:5

John F. Kennedy dijo en una ocasión: «Las grandes crisis producen grandes personas».

Una de las palabras más repetidas en los últimos tiempos en nuestra sociedad es crisis. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define esta palabra de muchas maneras. Pero hoy yo quiero quedarme con una definición del diccionario que dice: «Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya sea de orden físico, ya sea históricos o espirituales».

Si hablamos desde el punto de vista económico, creo que muchos «nos daríamos el gusto de decir que estamos en crisis». Si hablamos del punto de vista histórico, podríamos también decir que durante gran parte de la historia nuestra sociedad ha estado y sigue estando en crisis. Pero yo quiero hablar hoy desde el punto de vista espiritual. Y desde este punto de vista afirmo con rotundidad que muchas veces nos creemos que estamos bien pero estamos viviendo la peor crisis de todas. En medio de los problemas y las dificultades de la vida nos desesperamos, nos ponemos muy ansiosos e intentamos solucionar nuestros problemas a nuestra manera. Y Dios lo dejamos como el último recurso para solucionar nuestras vidas. Estoy convencido de que «otro gallo nos cantaría» si Dios fuera, no nuestro último recurso, sino el primero. Si nosotros empezáramos a confiar completamente en él. Y cuando digo confiar no me refiero de «bocas a fuera», me refiero de verdad. Como ese niño que cuando tiene cualquier necesidad sabe que sus padres podrán solucionar esa necesidad. Es momento para que hagamos como los niños y decidamos como el versículo del encabezamiento, «acostarnos, dormir y descansar, sabiendo que nuestro Padre está al control de las crisis».

Tomados del libro de devocionales del Pastor: “Meditad sobre vuestros caminos”.